El milagro es una realidad. La colonia de artistas e intelectuales crece. Surgen los grandes hoteles y las platerías resguardan obras maravillosas. Se exporta directamente a Nueva York y otras ciudades gracias a Roosvelt, Rockefeller y Spratling. El pueblo es un gran set cinematográfico y Luis Buñuel, John Ford y otros cineastas lanzan al mundo los laberintos de pequeñas calles con hermosas fuentes. Rosa Dominguez atestigua la profunda transformación y deja para la historia un recuento de los logros y problemas que la modernidad y éxito imponen a sus habitantes. Los amigos de Taxco y los protagonistas de este inédito desarrollo, envejecen. Pronto dejarán en manos de una nueva generación el devenir del pueblo que, como una ave fénix, renació en tan solo tres décadas… y nadie aventura hasta donde llegará su prosperidad.
En 1860, a los quince años, Ángela Peralta interpreta El trovador de Giuseppe Verdi, éxito que la lleva a Europa. En Cádiz recibe el nombre de «El ruiseñor mexicano». En mayo de 1862 debuta en la catedral de la ópera, La Scala de Milán, triunfando durante veintitrés noches. Las crónicas señalan que: «cantó enajenando y enajenó para convencer». Es el inicio de una carrera en permanente ascenso que la lleva a cantar en los principales teatros de Italia, Portugal y Alejandría, Egipto. Regresa a México durante la intervención francesa, y con su canto aviva el ánimo republicano en apoyo a la lucha contra el imperio…
Una mujer y un hombre: dos viajeros trashumantes en búsqueda de su centro, de una razón para amar profundamente y abandonar los desvaríos y la soledad que generan los encuentros superficiales. Dos mares es una apasionante aventura en la que las raíces de ambos, la familia y los seres que marcan su vida van tejiendo razones y, sobre todo, emociones y sentimientos que les permitirán encontrar lo que anhelan. Los protagonistas son dos mares intensos e impetuosos que se encuentran, sin perder su identidad. Dos biografías opuestas que se complementan y enriquecen a partir de la exploración de los miembros, de la alegría de ser y sentir. Su encuentro, causal, los confronta, los reta y los une en un vínculo invisible imposible de eludir-