El 14 de septiembre de 1906, para celebrar las fiestas patrias, se encendieron las primeras luces que tuvo el pueblo. Por las noches me asomaba a ver la plaza iluminada para que la magia de la luz nada ni nadie la pudiera borrar, y en sueños me convertía en una luciérnaga que volaba alrededor de las farolas, como los cientos de bichitos que acudían al llamado del calor que desprendían. Es que otros pendientes no tenía, de no ser mirar a través de la ventana para que mi imaginación saliera a divertirse.
FOTO: Taxco, Guerrero
13 de Noviembre 2012
Autor: Comisión Mexicana de Filmaciones de México D. F., México